Con el proyecto de la ciudad aeroportuaria, y la nueva distribución de la terminal 2 del aeropuerto de Barcelona, se requiere un paso elevado que comunique los aparcamientos existentes y la ciudad aeroportuaria con la terminal. Además, con el proyecto de la estación de metro, tren y autobús, se genera un nuevo edificio de aparcamientos situado entre los dos existentes, correspondiendo así a la zona B de la terminal 2.

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La pasarela está basada con las conexiones entre unas franjas horizontales marcadas en todo el proyecto del aeropuerto, remarcadas en el recorrido que los aviones realizan entre la terminas y la pista. La pasarela adquiere el papel de ser una extensión del aeropuerto, elevado, cubriendo el actual paso de vehículos mediante puentes que generan grandes patios de luz. Con una gran superfície elevada, no todos los puentes són de paso, ya que se destinan, en algunos de ellos, elementos a modo de pequeñas oficionas de gestión o de alquiler de coches. La fachada se realiza mediante paneles con listones de madera con distinta separación, dilatando o comprimiendo la entrada de luz y la vista hacia el exterior.

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El aparcamiento adquiere la esencia de la pasarela con una direccionalidad muy marcada. Centralizando los núcleos de rampas, tanto de subida como de bajada intercaladas entre ellas, en el centro del edificio, separando el espacio central en dos patios, como en la pasarela, con la zona de aparcamiento rodeándolos. La fachada, también relacionada con la pasarela, usa el mismo sistema de paneles con listones de madera. Además, se encuentra un espacio destinado a Sleepbox, separado del aparcamiento, con un acceso independiente desde la pasarela, siendo este una prolongación de uno de sus puentes. En esta zona se disponen unas pequeñas habitaciones para descansar unas horas antes de coger el avión.